martes, 3 de octubre de 2017

La presencia de los exiliados españoles y su aporte a la cultura de México

La cultura post-revolucionaria en México


         Buque Sinaia nave donde abordaron los exiliados españoles al puerto de Veracruz.

Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

Para la cultura mexicana moderna existe un antes y un después de la llegada de los exiliados españoles, al ser acogidos por México, durante el régimen presidencial de Lázaro Cárdenas del Río.

     De 1936 a 1939 en la república española se desarrolla la llamada Guerra Civil Española, dicha guerra fue de las más sangrientas en Europa. Esta acción malévola y cruenta estuvo organizada en gran medida por las potencias europeas como una especie de “laboratorio” a lo que serían las acciones bélicas posteriormente desarrolladas en la conocida Segunda Guerra Mundial.  

     Dado que se enfrentaron dos bandos rivales por un lado el régimen oficial de gobierno conocido como el bando republicano  y por el otro el bando opositor nacionalista comandado por el general Francisco Franco. El apoyo para los republicanos se dio por parte de la Unión Soviética y para los nacionalistas fue de Hitler y Musolini. Al ver perdida la guerra los republicanos, muchos de ellos así como sus simpatizantes, solicitaron  asilo político a varios países de América Latina.

     México fue uno de los que acogió entre 20 y 25 mil ciudadanos españoles, de estos refugiados se estima que la “inmigración intelectual o de “élite” se conformaba de aproximadamente un 25 % del total, es decir, poco más de 5, 000 mil. Muchos de esos exiliados llegaron en el buque Sinaia al puerto de Veracruz y se establecieron en la capital de la república mexicana y muchos niños huérfanos que arribaron, conocidos como los niños de Morelia, fueron establecidos en hospicios de la capital michoacana.

  El presidente Lázaro Cárdenas, con los niños españoles exiliados que llegan a México. 

     Los altos valores intelectuales de muchos de los que llegaron, representaban y contribuían al brillo de la cultura en su país, sin embargo al acogerlos y recogerlos México, contribuyó a que todo ese bagaje cultural e intelectual que traían y poseían, ponerlo al servicio de la cultura, instituciones y pueblo mexicano. Para aprovechar toda esa riqueza humana, se creó la conocida Casa de España (hoy El Colegio de México) por parte del historiador e intelectual colimense Daniel Cosio Villegas. Otra institución que acogió a esta pléyade de profesores, científicos, filósofos, historiadores, artistas, cineastas, literatos, poetas, etc., fue la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) su presencia y relevancia se reflejó en las áreas de humanidades, investigación científica y difusión cultural.

     Entre los hombres y nombres que llegaron para quedarse destacan: Pedro Garfias, Luis Buñuel, Remedios Varo, Enrique Díez-Canedo, Joaquín Xirau, José Gaos, Bernardo Ginés de los Ríos, Max Aub, Emilio Prados, Luis Recaséns Siches, Eugenio Imaz, Agustí Bartra, Juan Rejano, León Felipe,  José Bergamín, Margarita Nelken, José Manuel Gallegos Rocafull, Adolfo Sánchez Vázquez, Eduardo Nicol, Wenceslao Roces, Juan Antonio Ortega y Medina, Carlos Bosch García y Oscar de Buen, entre otros muchos.

     Con la llegada de todos estos ilustres españoles y su aporte en la academia, la cultura mexicana se revitalizó y marcó un parteaguas, de un antes y un después para la cultura mexicana. Basta ejemplificar el mundo filosófico mexicano, que antes del aporte de los filósofos españoles exiliados la academia filosófica mexicana no tenía la rigurosidad deseada, fue hasta que llegan éstos ilustres que le sirvió a esta disciplina como un reconstituyente para que tomara su vuelo y la altura necesaria .  

     

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