El
Observador del Volcán
Por
Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar
El pasado 5
de junio se llevaron a cabo elecciones intermedias en algunos estados del país,
para elegir gobernadores, presidentes municipales y en la Ciudad de México a los
representantes que elaborarán la carta constituyente que regirá aquella
ciudad-estado. Por los resultados obtenidos en la contienda, se arrojan
importantes enseñanzas, en especial para los partidos políticos y sus
representantes. Estás elecciones intermedias previas a la gran elección federal
del 2018, donde se elegirá al nuevo ejecutivo federal, algunos gobernadores de
los estados, senadores y diputados federales, así como a muchos presidentes
municipales. La presente elección, nos ha dado luces y arroja importantes
análisis que debemos hacer y meditar en vista al futuro, tanto para los ciudadanos
comunes como a los actores políticos que les incumben.
Está contienda electoral fue como un
especie de “laboratorio”, para conocer las tendencias que existen y que podrían
marcar el rumbo de la próxima elección para dentro de dos años. Los resultados
actuales fueron: De las doce gobernaturas en juego, el PRI perdió 7 y ganó 5.
Después de todo, lo que nos dejó de
enseñanza la presente, es que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue
el gran perdedor de la contienda, dado que algunos estados gobernados por este
instituto político los pierde de manera contundente, y salen favorecidos sus
mas importantes oponentes que son: el Partido Acción Nacional (PAN) y El
Partido de la Revolución Democrática
(PRD) que ganan como coalición en tres estados de la republica ambos partidos; e
individualmente por parte de acción nacional gana 4 gobernaturas para dar un
total de 7 entidades en el país para la oposición.
El PAN gana de forma contundente tantos
estados, después de caer en una especie de letargo y deserción por parte de sus
afiliados, dado que en las pasadas elecciones federales perdieron el ejecutivo
federal y con ella otras derrotas obtenidas posteriormente. Con esta elección
el PAN de una manera soberbia, empieza a frotarse las manos, porque al
favorecerles los resultados de la elección, sienten como se dice en el argot
popular: “Que las pueden”. Vislumbran una muy posible victoria en la elección
federal del 2018. Y con esto me refiero en particular a Margarita Zavala y a
Felipe Calderón, político de marras, que está detrás de todo. Ya que este señor,
es el verdadero líder del partido, y que de hecho dirige los hilos políticos de
acción nacional. Pareciera con todo lo anterior, que la ciudadanía sufriera una
amnesia, ya que en 12 años (2 sexenios) de
administración de ejecutivo federal, nos dejó un país deprimido en
materia económica y con una guerra absurda contra el narco que Calderón
alimento como una dizque solución para México, y que no he hecho más que
exacerbar la violencia y cobrar tantas vidas.
El PRD que antaño fue un partido de
izquierda, ahora solo “encobijado” con el PAN puede subsistir y existir. De lo
contrario a estas alturas del partido como se dice, ya hubiera perdido hasta el
registro. Con un rumbo errático desde hace años, perdió su esencia su
filosofía. Pasando de ser un partido de izquierda y progresista, opositor al
PRI y a la derecha del PAN a un aliado de la derecha y un títere del gobierno
sumido su propia farsa. Y ahora congeniado con el poder, para la aprobación de
las dudosas reformas políticas que Peña Nieto implementó en su gobierno, y que
sabemos, detrás de ellas bajita la mano está Carlos Salinas de Gortari. Ahora
solo queda como una piltrafa, ya ni en la Ciudad de México es creíble, porque todo le ha
estado arrebatando el nuevo partido político Morena.
Por su parte Morena y Andrés Manuel López
Obrador, que se decía de él hasta hace poco, que de ser las elecciones
federales en ese momento él sería el virtual ganador. Hoy estas elecciones
intermedias por sus resultados, nos han dicho, que nada más falaz que darlo por
ganador antes de tiempo. En muchos de los estados Morena sacó muy baja
elección. Solamente en dos estados sacó una mediana suma de votos como fueron:
Veracruz y Zacatecas. En la ciudad de México que es su bastión y fuerza, ahí sí
arrebató posiciones importantes a su otro oponente fuerte el PRD.
Morena al ser un partido nuevo y de
reciente fundación es pequeño. Sin embargo, es ya más fuerte que muchos
partidos chicos y paleros como son: el PT, el verde ecologista y el PANAL. Pero
al carecer este partido (Morena) con una estructura fuerte y notoria a todo lo
ancho y largo del país a López Obrador no le ayudará mucho para su aspiración
para el 2018. López Obrador, por si mismo, por su figura y carisma saca votos,
incluso él más que su propia institución Morena. Pero el hecho de ser conocido
de tener carisma de obtener muchos votos en la Ciudad de México, todo lo dicho
anteriormente -no basta- para ganar una elección federal, se necesita eso y
mucho más. Por eso Andrés Manuel para obtener un triunfo, debe de trabajar su
partido para fortalecer su presencia en todo el país. La enseñanza que nos ha
dejado la presente elección de junio de 2016, en particular para López Obrador
y a sus seguidores; es la falta de fuerza en su partido y la necesidad del fortalecimiento
eficiente de su estructura en todo el país, porque de lo contrario con lo que
tiene no le ajusta, y por tanto, así no tendrá lo que busca con tanta
insistencia, la victoria en la próxima elección.