martes, 23 de febrero de 2016

El arte musical durante los años post-revolucionarios



Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

Como parte de la cultura y las bellas artes en el México post-revolucionario la música fue un género que también abonó en ese despertar de la cultura mexicana de aquel momento histórico.  

     Esa nueva generación de músicos, con su novedoso estilo lo encabeza Manuel M. Ponce y el zapotlense José Rolón, dado que ellos retoman los temas populares en el estilo musical del momento.

     Como antecedente, durante el año 1912 Manuel M. Ponce publicó sus 25 canciones mexicanas, que son o serían referencia fundamental para el posterior desarrollo del nacionalismo musical.

     José Rolón trató de realizar algo parecido en Guadalajara con la vena vernácula, escribió sus poemas sinfónicos “Cuauhtémoc” y “Zapotlán” este último según el crítico y biógrafo de Rolón se inspira en la obra: “Zapotlán, lugar de zapotes” de su coterráneo el escritor y diplomático Guillermo Jiménez.

     Otros dos pilares de esta vanguardista corriente musical mexicana son Carlos Chávez y Silvestre Revueltas, ellos dos sobresalieron a finales de la década de los años veinte. Fueron fundadores y consolidadores de las sinfónicas: Orquesta Sinfónica Nacional y Orquesta Sinfónica de Guadalajara.

     En ese contexto, en 1917, el maestro Rafael J. Tello funda El Conservatorio Libre de la ciudad de México. Otras obras que vienen a abonar este periodo significativo están, la aparición de la revista musical “Música” dirigida y fundada por el maestro Manuel M. Ponce, Así como  la creación del famoso y conocido “Sonido 13” por parte de Julián Carrillo.

     Por su parte el maestro Carlos Chávez que es considerado como un “músico vasconcelista”, compone su célebre sinfonía “Fuego Nuevo” de inspiración prehispánica por el año de 1921. Este mismo músico en 1928 dirige la Orquesta Sinfónica Nacional y el Conservatorio Nacional de Música.

     Otro adalid de la música nacionalista fue Juan Pablo Moncayo, famoso compositor tapatío y autor de la sinfonía “Huapango”. Por otra parte no hay que dejar de lado lo mucho que contribuyo a la música académica mexicana el duranguense Silvestre Revueltas.

     En la música estrictamente popular: los temas que se compusieron de forma sobresaliente, fueron: “Borrachita” de Ignacio Fernández Esperón; “Estrellita” de Manuel M. Ponce; y “Alborada” de Lauro Uranga.

martes, 16 de febrero de 2016

El problema de la drogadicción entre nuestros jóvenes



Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

Un problema reciente que se viene presentando en nuestra comunidad de Ciudad Guzmán, es el que algunos jóvenes deambulan por sus calles fumando o consumiendo marihuana. Estos pobres jóvenes que han caído en las garras de la drogadicción, en ocasiones se acercan a la gente para solicitarles dinero o alguna moneda para conseguir algo de comida, algunos se ven ya trastornados de sus  capacidades mentales. Esta situación se ha venido acrecentando desde hace algún tiempo, ver a muchachos en malas condiciones de higiene no solo mental sino de ropa y corporalmente. Ellos solicitan el dinero para conseguir o seguir consumiendo droga, porque como adictos que son a ella no pueden sustraerse de su uso o consumo.

     Otros de esos mismos jóvenes, al no poder conseguir la necesaria cantidad para la compra de estupefacientes, les da o toman la opción "fácil" de robar. Por eso en algunos sectores de la ciudad, y quizás en el barrio o colonia donde usted vive suceda que ellos ingresen o se metan a las viviendas para ver que pueden sustraer, y así luego malbaratar los objetos hurtados, para posteriormente ir a la compra de droga y seguir consumiendo y alimentando su vicio.

     Este tipo de problema acarrea a otros muchos, así hemos sabido de muchos que les han robado sus bicicletas, los estéreos de su automóvil, han dado el famoso cristalazo en el automóvil para llevarse aquella bolsa o aquel artículo que olvidó dejar el dueño o posesionario dentro de su auto y que los delincuentes ven necesario tener porque bien pudieran obtener algún dinero u objetos que venderían.

     Ante esta situación triste y lastimosa que viven algunos de nuestros jóvenes, ellos que han caído en la esclavitud de la drogadicción, se vuelve  útil y necesario un programa de gobierno para concientizar a la ciudadanía en general del peligro que significa para toda  persona el consumir estupefacientes, especialmente en los jóvenes, y así del daño que ocasiona para la salud,  algunas veces de forma irreversible, en los consumidores.

     Organismos públicos como el DIF, debe de crear programas permanentes de prevención ante este grave problema, y desarrollar una promoción e informar de este programa a la comunidad y en particular a los padres de familia y a los jóvenes para que no se dejen atrapar por este flagelo.

     Hoy aquí en México vemos lejanos aquellos años, donde sabíamos de la alta drogadicción imperante en la vecina nación de la unión americana (Estados Unidos); ahora aquí entre los nuestros es una realidad el problema.  Nuestros jóvenes empiezan a consumir drogas por diversas razones como, desde el saber que se siente, el evadir la realidad difícil en que viven, hasta por el simple gusto (con fines recreativos) y la adicción creada.

     Los padres de familia tienen por su parte una importante responsabilidad para evitar que sus hijos caigan en el problema, asumiendo su compromiso de educadores y guías en el comportamiento moral de sus hijos. El dar consejos y orientación a una actitud positiva y sana ante la vida, las cosas y la sociedad, es tarea fundamental de ellos, para que pueda formar hijos y ciudadanos rectos y útiles para la sociedad.

martes, 9 de febrero de 2016

El arte post revolucionario en México (Pintura)



Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

     
    Ya habíamos dicho en artículos pasados que la cultura post-revolucionaria en México era un periodo de florecimiento en las artes y la cultura, que se había dado posterior a la lucha armada o conocida como la Revolución Mexicana, aproximadamente de 1917 a 1940. Fueron 23 años de este momento o periodo cultural mexicano, que concluye o  empieza a diluirse a finales del sexenio cardenista.

     En esta ocasión vamos a ver de una manera rápida y resumida lo concerniente al arte de la pintura (plástica) en dicho momento histórico. Los pintores anteriores a la pintura desarrollada en la post-revolución su lenguaje estético que desarrollaban era un arte de corte burgués como era el generado en las academias: neoclásico, romántico y barroco. Los nuevos creadores llegaron con sus nuevos postulados y con un rompimiento a ese arte academista vigente desde años atrás en los albores del porfirismo, así pues los nuevos creadores se empezó por tomar o abrazar los nuevos postulados estéticos o del arte como fueron: el impresionismo, expresionismo o el surrealismo, todos ellos movimientos de ruptura que florecieron en Europa por aquellos años.

     Como nuevos elementos estéticos surgen, la plástica figurativa, lo indígena y el pueblo; las raíces nacionales tomaron su real dimensión y de ser elementos meramente costumbristas o secundarios en el pasado, ahora surgieron para darle identidad a la estética mexicana y se manifiesta con ello, lo que se ha dado en llamar, “el nacionalismo mexicano” o también conocido como “la escuela mexicana del arte”.

     En ese contexto Gerardo Murillo “Dr. Atl” y Joaquín Clausell solicitan muros (paredes) de edificios públicos para pintar murales y expresar su arte. Destacan los hombres y nombres de muralistas como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. Los tres grandes muralistas de nuestro país, verdaderos genios de la pintura mexicana.

     En la pintura o estética plástica femenil están: Nahui Ollin (Carmen Mondragón); Frida Kahlo (Considerada hoy como la artista plástica más importante de Iberoamérica) y Tina Modotti (Italiana, que fue avecindada en nuestro país) y que se destacó como una excelente fotógrafa y pionera de este arte en nuestra patria.

     Destacan en el arte pictórico nacionalista los siguientes pintores: Miguel Covarrubias, Manuel Rodríguez Lozano, Leopoldo Méndez, Pablo O´Higgins, Juan O´gorman; en la fotografía Manuel Álvarez Bravo y en la arquitectura Carlos Obregón Santacecilia. Todos estos artistas y otros más compartieron esa nueva sensibilidad y revalorización de lo popular que se da en ese momento significativo del arte mexicano.

     Otros hechos  relevantes que tuvieron que ver con el arte, fue la formación del Sindicato de Trabajadores Técnicos, Pintores y Escultores en el año de 1917; la apertura de La Casa del Obrero Mundial por parte de Gerado Murillo “El Dr. Atl”.

     Todo este movimiento estético y cultural fue promovido por los nuevos medios periodísticos de la época y otros que se crearon para tal caso, uno de ellos “El Machete”, así como la formulación de manifiestos artísticos. Posteriormente los tres grandes muralistas se separan, y entre ellos se originan fuertes críticas, por ejemplo la que hace David Alfaro Siqueiros al criticar a Diego Rivera, de ser según él “un aficionado al arte revolucionario y que comercializaba con sus postulados".

martes, 2 de febrero de 2016

Mi última visita a Sayula




Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

    El pasado miércoles 27 de enero del presente año, tuve a bien hacer una visita a la vecina población de Sayula, Jalisco. La razón que me llevó por aquella población sureña fue que iría a visitar a mi confesor el Padre Fray Javier Rodríguez también conocido como “el ocho” al convento de la nuestra señora de Guadalupe o conocido como el Santuario. Una vez que lo saludé y recibí el sacramento de la reconciliación, pasé a ver algunas personas que ocasionalmente visito y que me honran con su amistad.

    Ya de regreso del Santuario, llegué a la casa ubicada en el centro de la población, propiedad de mi amigo el señor don Benjamín Díaz. Hombre muy atento y educado que siempre me ha ofrecido su amistad y su buena plática. Me comentó algo importante que tiene que ver con Sayula, que el señor presidente del ayuntamiento sayulense, los había convocado a una reunión donde Jorge Campos proponía buscar que Sayula se le diera el nombramiento de “Pueblo Mágico”. Denominación importante para convertirla en población turística.

    Don Benjamín le recomendó mucho al actual edil, que no descuidara el aseo público, sobre todo, en el centro histórico, ya que la gente le da por tirar papeles, embaces de plástico de refresco, etc.

    Una vez que me despedí y salí de la casa de don Benjamín, pasé para llevar un curriculum vitae, a un hombre importante y que es todo un personaje –diríamos emblemático de esa ciudad, me refiero a don Federico Munguía Cárdenas. Una vez que llegué a la actual casa donde reside a escasos metros de su antigua morada; la actual casa donde  vive es una hermosa residencia, que es habitada por su hija y su yerno. En la plática con don Federico me dijo que le había propuesto al gobierno municipal que tumbaran el actual mercado que se ubica ahí en el centro. La propuesta de Federico es que se haga una plaza –un espacio físico para el esparcimiento de los sayulenses-. Me parece adecuada la idea de Munguía Cárdenas  porque el actual mercado es feo y rompe con la arquitectura del centro de Sayula.  

    Porque finalmente además de la conservación que aún tiene Sayula de construcciones como son los templos, los portales y casonas, es decir su arquitectura, también posee, buenos hoteles, personajes ilustres, historia, tradiciones, artesanías y un buen clima, todos elementos indispensables para atraer a los visitantes.

    Antes de pasar a regresarme a Zapotlán el Grande mi ciudad, tuve la iniciativa de visitar a un conocido médico y periodista al Dr. José Amador Serrano Villalobos. Un amigo suyo acá en Ciudad Guzmán –el naturista vegetariano don Ramiro- me comentó que hace años el doctor Amador había fundado en Sayula una escuela de homeopatía y había salido una generación de homeópatas que él mismo había preparado o capacitado. Fui a preguntarle si aún tenía esa iniciativa, pero me dijo que no, porque no había permisos por parte de las autoridades educativas. Me habló que actualmente muchas escuelas de homeopatía de Guadalajara y otras eran meros negocios con baja calidad académica.

    Al final pensé ir a visitar al escritor y profesor Germán Pintor, pero ya era tarde, pasaban de las tres y media de la tarde, tenía que regresar a Zapotlán a buena hora, por lo que dejé para otra visita el ir con este ilustre hombre bondadoso. Después de todo el visitar la vecina Sayula, para mí es siempre motivo de una buena estancia.