miércoles, 2 de diciembre de 2020

Cambios paradigmáticos en la educación generados por la pandemia del coronavirus

La implementación generalizada y constante de la tecnología como recurso educativo extensivo
será una consecuencia de la pandemia


Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

Este año de 2020 con el desarrollo de la pandemia de la plaga del Coronavirus a nivel global vino a cambiarle la vida no sólo a las personas, sino también a las instituciones de las más diversas actividades. Una de esas instituciones que para bien vendrán a cambiar con la situación que generó la citada pandemia, por el cambio de hábitos que se dio para evitar la propagación o contagio de la enfermedad es la universidad.

    Esta transformación en la manera tradicional de actividades en la enseñanza de la educación como se venía dando, de pronto se tuvo que implementar en casi todos los niveles educativos desde lo básico hasta el superior el desarrollo de la tecnología, vale decir, internet o el sistema en línea. Aunque la mayoría de instituciones de educación en nuestro país no estaban preparadas para ese cambio repentino, menos lo estaba el cuerpo docente de miles y miles de profesores.

    Todo ello generó, con respecto a la actividad docente, una relación de ensayo-error dado que como se dice vulgarmente “echando a perder se aprende”. En razón que ese cambio en la práctica educativa en los docentes generó muchos dolores de cabeza, estrés, fastidio, imposibilidades y dificultades dado que pasaron de dar sus clases de forma tradicional presencial y expositiva a la de distancia y en línea o también llamada virtual.

    Aunque esta pesadilla tanto para profesores como para los padres de familia e incluso para los propios alumnos en un principio fue casi inmovilizante por carecer de práctica y experiencia, se fueron adaptando poco a poco a la nueva forma y herramienta como lo es la virtualidad o en línea. Con respecto a ello dice un viejo y sabio adagio; “No hay mal que por bien no venga”. Eso en relación a cómo este pequeño virus vino a trastornar nuestra vida cotidiana, pero no todo en este caso va ser negativo, sino que también de esta situación inédita y anómala de una pandemia que azota a la sociedad mundial o global se van sacar también cosas positivas, y una de esas es en materia de educación. Hoy con el uso de la tecnología la educación puede ya extenderse de manera rápida, segura y extensiva por los medios electrónicos  a toda la población.  

   Últimamente nos dábamos cuenta que en el nivel superior de educación mexicana y valga decir, las universidades, tanto públicas (las del estado) como las privadas, la mayoría de ellas ofrecían poquísimas carreras universitarias y grados académicos como maestrías, especialidades o doctorados en forma virtual o en línea, poco se había innovado en esa materia. Para ejemplificar lo anterior, está que dos de las mayores y más importantes universidades públicas de México como son la Universidad Nacional Autónoma de México (por sus siglas UNAM) y la Universidad de Guadalajara (UdeG) casi la mayoría de carreras que ofertan son presenciales y de esa cantidad que tienen son poquísimas las que se ofrecen en línea o virtuales. 

    La UNAM, que es la mayor universidad de México, cuenta con algunas carreras que se pueden cursar en línea, pero muchas de ellas podrían haberse realizado o estudiado de esa forma, como por ejemplo: Historia, letras, sociología, ciencias políticas, filosofía, etc. De las citadas anteriormente no se brindan en el sistema virtual porque simplemente la universidad no las había implementado en ese sistema. Por su parte la Universidad de Guadalajara cuenta con un sistema de universidad virtual, pero realmente son pocas las carreras que oferta este sistema. Los centros universitarios temáticos o regionales que están asentados en la ciudad de Guadalajara y sus alrededores o en ciertas ciudades cabeceras regionales del estado de Jalisco, no tienen desarrollado una academia o docencia con tecnología para cursar completas las carreras universitarias virtualmente, de tal manera que carecen de esa posibilidad a pesar de la demanda que existe ante algunas carreras donde se podrían implementar.    

    Se podrá decir o argumentar que para ello se requiere tecnología, personal capacitado (técnicos y profesores); pero esos recursos materiales y humanos se pueden conseguir, en razón de que la UdeG sí puede, y tiene la capacidad económica para enfrentar esa realidad. Los recursos económicos para hacer frente a ese reto donde todos sus centros temáticos y regionales universitarios puedan ofertar carreras en línea, bien podría sacarse de los millones de dólares que deja de utilidades cada año la Feria Internacional del Libro (FIL) por poner sólo una empresa universitaria.

    Después de todo con el paradigma que nos deja esta pandemia del coronavirus que vino a cambiar la vida de muchos millones de personas, pero también del funcionamiento que tenían regularmente las instituciones. Hoy nos viene a decir qué en materia de educación se deben de dar cambios e implementar acciones o formas nuevas de transmitir y hacer extensiva la educación para la población. Una de esas formas, es que puede hacerse extensiva la mayoría de las carreras profesionales universitarias a la población por medio de los medios tecnológicos, que muchas veces por la alta demanda que existe entre la comunidad estudiantil no se alcanza a cubrir. Y que hoy existe una alternativa para hacerse.

   

     

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