Claudia Ruiz Massieu representa el continuísmo errático y perdedor del PRI.
Por: Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar
Dice el refrán popular:
“Ahogado el niño, entonces tapan el pozo”. Haciendo una analogía de este dicho del pueblo, con respecto al Partido Revolucionario
Institucional (PRI) es que este partido no ha sabido o no ha querido aprender la lección de las pasadas elecciones. Han pasado ya casi dos meses desde las recientes elecciones
federales, donde este añejo partido como nunca ha perdido en las urnas lo que
en toda su historia no se había dado.
Sus archienemigos políticos el Partido
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) le arrebató el carro completo en
cuanto la victoria federal del primer ejecutivo: Presidente de la república
junto con la mayoría del congreso: Cámara de diputados y cámara de senadores.
Ante ese escenario, este partido de 89 años de edad está en una situación
inédita para ellos, porque si bien en el año 2000 perdieron ante el PAN con
Vicente Fox a la cabeza, nunca jamás habían dejado tanto terreno a sus
opositores.
Los muchos y variados elementos por los que
ha venido atravesando este partido en los últimos años, nos hablan de lo que actualmente están viviendo: Una
visión política errada y anacrónica, estancada (más de lo mismo) y alejada de
sus bases ideológicas y populares. Para empezar un partido que políticamente se
desgastó por más de 75 años en el poder, que duró sin interrupciones desde el año
1929 de su fundación hasta el año 2000, o sea 71 años sin dejar el poder fue
una barbaridad, porque con el desgaste político se volvió poco a poco disfuncional y se convirtió en “agua
estancada”.
Luego, el hecho que sus últimos gobiernos
emanados de ellos: Miguel de la Madrid, Salinas, Zedillo, y recientemente Peña
Nieto, hayan entrado en un sistema político económico llamado Neoliberalismo,
hizo que se fueran alejando de sus bases populares, como son: Obreros,
campesinos, ejidatarios y otros. Sumado a eso el abandono de sus bases
ideológicas de la justicia social y de los postulados de la Revolución Mexicana
que lo sustentó desde su fundación, y que nunca debieron haberlas dejado.
También la terrible corrupción que promovió
dentro de sus bases políticas, venta de puestos políticos para presidentes
municipales, senadores, diputados, junto con amiguismos, compadrazgos,
charrismo y demás istmos; además que las últimas administraciones de los gobiernos
federales en todos sus puestos la corrupción se hizo muy evidente y descarada:
Ver recientemente todos los gobernadores de extracción priísta que están
involucrados y acusados de una enorme corrupción, hace que este partido haya
dejado de ser atractivo a los ojos del ciudadano común de a pie.
Se suma a todos esos males, el que siempre
sus políticos que controlaban el partido federalmente y en los estados, siempre
eran los mismos que se postulaban a los cargos de elección, dando como
resultado los dinosaurios, y la poca o nula oportunidad a los jóvenes políticos
que se iban sumando a ese partido y que poca oportunidad tenían. Tenemos el
ejemplo aquí en Jalisco en el distrito 19 con Chava Barajas, José Luis Orozco y
Hugo Contreras, ellos siempre agarraban los mejores cargos.
La poca autocrítica dentro de sus filas y
entre sus miembros, el hecho de seguir los mismos esquemas electoreros,
arribismos, fraudes y compra de votos y un sinfín de mañas. Y la nula opción de
buscar pocos causes de renovación de principios y el mantenimiento de su
plataforma ideológica de apoyo social. En eso entra, que ahora en las pasadas
elecciones, por primera vez el PRI sale a competir las elecciones con un
panista: José Antonio Meade. Dado que este político no era miembro afiliado a
este partido, (en eso el PAN fue el único partido que en las pasadas elecciones
tuvo dos candidatos: Meade y Anaya) Salta una pregunta ¿Qué acaso no podía
haber un buen político dentro de sus filas que hubiera podido ser el candidato,
qué tan pobres estaban en sus bases?
Finalmente, el hecho que este partido no
termina de aprender la lección, porque una vez que tuvieron su debacle
electoral que casi los borra del mapa, todavía de una forma socarrona, el grupo
político que controla el partido no termina por entender, que es necesaria una
verdadera y necesaria renovación desde sus cimientos (refundación) y ellos ponen
como presidenta por ese partido a Claudia Ruiz Massieu Salinas, que representa
el régimen perdedor corrupto e inepto por su mala política y, al salinismo que
tanto mal le ha hecho al país y a este partido político. ¿No habrá un buen político con ideas
innovadoras, serio de alguna entidad del país que pueda tomar las riendas del
comité nacional de este partido?