martes, 28 de agosto de 2018

Errática situación vive el PRI con la designación de Ruiz Massieu como presidenta de ese partido


              Claudia Ruiz Massieu representa el continuísmo errático y perdedor del PRI.

Por: Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

Dice el refrán popular: “Ahogado el niño, entonces tapan el pozo”. Haciendo una analogía de este dicho del pueblo, con respecto al Partido Revolucionario Institucional (PRI) es que este partido no ha sabido o no ha querido aprender la lección de las pasadas elecciones. Han pasado ya casi dos meses desde las recientes elecciones federales, donde este añejo partido como nunca ha perdido en las urnas lo que en toda su historia no se había dado.

    Sus archienemigos políticos el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) le arrebató el carro completo en cuanto la victoria federal del primer ejecutivo: Presidente de la república junto con la mayoría del congreso: Cámara de diputados y cámara de senadores. Ante ese escenario, este partido de 89 años de edad está en una situación inédita para ellos, porque si bien en el año 2000 perdieron ante el PAN con Vicente Fox a la cabeza, nunca jamás habían dejado tanto terreno a sus opositores.

    Los muchos y variados elementos por los que ha venido atravesando este partido en los últimos años, nos hablan de lo que actualmente están viviendo: Una visión política errada y anacrónica, estancada (más de lo mismo) y alejada de sus bases ideológicas y populares. Para empezar un partido que políticamente se desgastó por más de 75 años en el poder, que duró sin interrupciones desde el año 1929 de su fundación hasta el año 2000, o sea 71 años sin dejar el poder fue una barbaridad, porque con el desgaste político se volvió poco a poco disfuncional y se convirtió en “agua estancada”.

    Luego, el hecho que sus últimos gobiernos emanados de ellos: Miguel de la Madrid, Salinas, Zedillo, y recientemente Peña Nieto, hayan entrado en un sistema político económico llamado Neoliberalismo, hizo que se fueran alejando de sus bases populares, como son: Obreros, campesinos, ejidatarios y otros. Sumado a eso el abandono de sus bases ideológicas de la justicia social y de los postulados de la Revolución Mexicana que lo sustentó desde su fundación, y que nunca debieron haberlas dejado.

    También la terrible corrupción que promovió dentro de sus bases políticas, venta de puestos políticos para presidentes municipales, senadores, diputados, junto con amiguismos, compadrazgos, charrismo y demás istmos; además que las últimas administraciones de los gobiernos federales en todos sus puestos la corrupción se hizo muy evidente y descarada: Ver recientemente todos los gobernadores de extracción priísta que están involucrados y acusados de una enorme corrupción, hace que este partido haya dejado de ser atractivo a los ojos del ciudadano común de a pie.

    Se suma a todos esos males, el que siempre sus políticos que controlaban el partido federalmente y en los estados, siempre eran los mismos que se postulaban a los cargos de elección, dando como resultado los dinosaurios, y la poca o nula oportunidad a los jóvenes políticos que se iban sumando a ese partido y que poca oportunidad tenían. Tenemos el ejemplo aquí en Jalisco en el distrito 19 con Chava Barajas, José Luis Orozco y Hugo Contreras, ellos siempre agarraban los mejores cargos.

   La poca autocrítica dentro de sus filas y entre sus miembros, el hecho de seguir los mismos esquemas electoreros, arribismos, fraudes y compra de votos y un sinfín de mañas. Y la nula opción de buscar pocos causes de renovación de principios y el mantenimiento de su plataforma ideológica de apoyo social. En eso entra, que ahora en las pasadas elecciones, por primera vez el PRI sale a competir las elecciones con un panista: José Antonio Meade. Dado que este político no era miembro afiliado a este partido, (en eso el PAN fue el único partido que en las pasadas elecciones tuvo dos candidatos: Meade y Anaya) Salta una pregunta ¿Qué acaso no podía haber un buen político dentro de sus filas que hubiera podido ser el candidato, qué tan pobres estaban en sus bases?

     Finalmente, el hecho que este partido no termina de aprender la lección, porque una vez que tuvieron su debacle electoral que casi los borra del mapa, todavía de una forma socarrona, el grupo político que controla el partido no termina por entender, que es necesaria una verdadera y necesaria renovación desde sus cimientos (refundación) y ellos ponen como presidenta por ese partido a Claudia Ruiz Massieu Salinas, que representa el régimen perdedor corrupto e inepto por su mala política y, al salinismo que tanto mal le ha hecho al país y a este partido político.  ¿No habrá un buen político con ideas innovadoras, serio de alguna entidad del país que pueda tomar las riendas del comité nacional de este partido?

  

miércoles, 8 de agosto de 2018

Enrique Alfaro y su circo de la política

                                             Enrique Alfaro falta de seriedad en la política.

Por: Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

Con la renuncia al partido que lo postuló a escasos dos días de la elección, el virtual ganador de la contienda a la gobernatura, el candidato por Jalisco Enrique Alfaro, dió un fuerte golpe al Partido de Movimiento Ciudadano en la entidad. Además que fue un hazme reír de otros políticos porque este acto por sí mismo significa que este candidato toma la política como un juego, siendo que la política es algo serio. 

    Movimiento Ciudadano fue fundado por Dante Delgado, exgobernador de Veracruz. Delgado fue un priísta que fue corrupto en el periodo que se desempeñó como ejecutivo estatal, así lo apuntaban las crónicas periodísticas de revistas nacionales como Proceso. Sin embargo a pesar de salir del PRI consiguió sobrevivir a la política activa gracias haber fundado el partido Convergencia Democrática, un partido chico, que hace 6 años de alió a López Obrador cuando fue candidato y contendió contra Peña Nieto, este instituto político en Jalisco tomó fuerza y representatividad, que por cierto ésta es única en todo el territorio nacional.

    Con la renuncia de Enrique Alfaro a Movimiento Ciudadano, este partido se quedará sin su político más importante en la entidad jalisciense. Significará en tiempo, la perdida de fuerza política en el estado. Dado que Alfaro representaba a Movimiento Ciudadano o más bien el mismo era Movimiento Ciudadano. Como "sacerdote" principal de este partido, desde hace más de 6 años, iba y ungía a los candidatos que él consideraba fuertes para ganar las alcaldías, así lo hizo con Alberto Esquer Gutiérrez en Ciudad Guzmán, al venir y tumbar todo la organización y proceso que llevaba el comité municipal por ese partido en su momento e imponer a Esquer sin tomar en cuenta la opinión del dirigente local en ese momento Alejandro Barragán y otros miembros.

    Una vez que Enrique Alfaro se vio ganador de la contienda como virtual gobernador por Jalisco, se sintió que las podía, y renunció a la militancia de Movimiento Ciudadano, alegando según él que nunca fue miembro o militante registrado por ese partido. Sabemos que este partido no tiene como característica el que sus miembros militantes se registren de manera formal como tradicionalmente se ha venido realizando en otros partidos. La razón, que ellos dan, es que se autonombran ciudadanos, más que políticos profesionales. Por eso Alfaro y la mayoría de los que fueron candidatos y que están en la filas de este partido nunca han pertenecido al partido. 

   Alfaro con la actitud que tomó de buscar ser un gobernador independiente, como se declaró a los dos días de saberse ganador, entra en la historia de los políticos que saltan de un partido a otro de forma natural, sin importarles ideología o ser de una sola pieza (ser fieles a su instituto que los postuló) Ya que Enrique tiene una historia de haber pasado por el PRI en sus inicios como político, luego fue militante del PRD donde obtuvo la alcaldía del municipio de Tlajomulco de Zúñiga, después se salió del PRD y se unió a las filas de Movimiento Ciudadano, y hoy pasa a ser Independiente. 

   Enrique Alfaro, es hijo del ex rector de la Universidad de Guadalajara Enrique Alfaro Anguiano, ha tenido roces con el grupo Universidad y con Raúl Padilla López. Como candidato por el PRD en su primera candidatura para presidente por Tlajomulco perdió dando ganador al candidato Andrés Zermeño del PAN. En una segunda postulación con el PRD pudo ganar, luego en 2012 contendió con la coalición de PRD-Covergencia-PT para la gobernatura por Jalisco resultando perdedor. Y finalmente con Movimiento Ciudadano hace 3 años resultó ganador como Alcalde de Guadalajara.

   Alfaro al declararse político independiente y desvincularse a Movimiento Ciudadano, buscó una entrevista en la ciudad de México con el candidato ganador a la presidencia de la república Andrés Manuel López Obrador, pero Obrador no lo quiso recibir, por tratarse de que ambos eran candidatos ganadores, y que no eran el momento ni los tiempos para concretar acuerdos. Pero Alfaro, desde antes había declarado que Jalisco era una entidad autónoma, que nadie desde el centro tendría que venir a imponer lineas o ideas políticas, haciendo alusión a López Obrador que en su gobierno quiere un control fuerte sobre la corrupción en todas las entidades del país. Una vez que Obrador nombra al doctor Carlos Lomelí (contrincante político de Alfaro en la entidad) como coordinador federal por jalisco de recursos y proyectos federales para Jalisco, de alguna manera, viene a restar poder a Enrique Alfaro que no preveía esta situación y con ello, una coexistencia con este representante federal que tendrá que negociar todos los recursos federales para Jalisco. 

    

miércoles, 1 de agosto de 2018

Daniel Ortega el nuevo Somoza de Nicaragua



Daniel Ortega y Anastasio Somoza, sus respectivos gobiernos cada día se parecen más.

Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

El actual presidente de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra y el exdictador de aquella nación Anastasio Somoza cada día se parecen más: En perpetuarse en el poder, en eliminar a sus opositores (asesinatos), en lo autoritarios, en gobernar de forma antidemocrática y en ser tremendamente antipopulares.

    Todos estos adjetivos vienen sumando al actual presidente de aquella nación de Centroamérica. Sabemos que Ortega llega al poder en 1979 después del triunfo de la Revolución Sandinista y ejerce el poder del gobierno hasta 1990, es decir, por 11 años. Y luego vuelve al poder en un segundo mandato de enero de 2007 hasta la fecha de este año 2018, suman otros 11 años, en total son 22 años en el gobierno. De esa manera se convierte en el segundo presidente con más tiempo desde Somoza a la fecha.

    Dice una ley universal: “Agua que se estanca se pudre”. Es precisamente lo que le ocurre a Daniel Ortega, se ha perpetuado tanto en el poder, y sigue los mismos esquemas o postulados que su gobierno ya tiene un importante desgaste e impopularidad. Muy lejos quedó aquel régimen del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que luchó con todas sus fuerzas y esperanzas –aquellos jóvenes de caras morenas, que en sus ojos reflejaban una gran esperanza por liberar a su pueblo de la dictadura de Anastasio Somoza- hoy convertida la actual Nicaragua en un país sin la esperanza de libertades civiles, justicia, igualdad y paz.

    Ortega surge de aquella lucha armada e ideológica que trama el FSLN con la ayuda de importantes sectores sociales, entre los que se encuentra la Iglesia (las Comunidades de Base, la Iglesia popular, teólogos de la Teología de la Liberación y los jesuitas) para hacer y buscar de Nicaragua una sociedad nueva y justa. Estados Unidos como un “diablo” metió la cola con la Contra (mercenarios pagados por USA para combatir el régimen sandinista) y el cansancio y la división social que eso causó hizo que se dejará el proyecto revolucionario a un lado. Pierde las elecciones en 1990, los Sandinistas pierden contra la Unión Nacional Opositora (UNO) con ello llega Violeta Barrios de Chamorro y los sandinistas al salir del gobierno hacen su “piñata” o sea se roban todo lo que pueden y dejan al gobierno sin lo más mínimo indispensable, se roban casas, máquinas de escribir, escritorios, sillas, el inmobiliario que pueden sacar. Regresa a un segundo mandato por parte de los sandinistas por haber pasado una sucesión de presidentes liberales y corruptos que hizo que el pueblo nicaragüense votará para un segundo periodo de gobierno sandinista y orteguísta.

   Hoy sus antiguos compañeros de lucha: el poeta emblemático y revolucionario Ernesto Cardenal, Miguel d Escoto, Sergio Ramírez y otros, han dado la espalda al régimen de Daniel Ortega que lo consideran sumamente corrupto, injusto con un nepotismo al tener a su esposa  Rosario Murillo que es la vicepresidente. Además en los últimos años Ortega y los suyos han pactado con los empresarios de Nicaragua y con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para establecer una economía de mercado neoliberal.

    Hoy con el hartazgo del pueblo y la impopularidad del actual régimen, el pasado mes de abril, con la reforma del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) donde muchos adultos mayores quedan sin una pensión, hizo que los jóvenes estudiantes de todo el país salieran a protestar. Grupos paramilitares orquestados por el gobierno salieron a reprimir las protestas y asesinar jóvenes y opositores, la cifra hasta el momento es de poco más de 309 muertos.

    Ante eso la Iglesia Católica Nicaragüense se ha puesto de lado de las víctimas, lo que ha traído tensión con el gobierno. Al grado de que turbas de simpatizantes al gobierno han golpeado obispos, sacerdotes, han quemado iglesias y profanado sagrarios con hostias consagradas. La valiente y profética acción del obispo Silvio José Báez Ortega quien ha denunciado la situación imperante le ha valido ser golpeado.

   Ante la triste y lamentable situación de Nicaragua, por dignidad del pueblo, Daniel Ortega debería de hacerse a un lado para dejar que un gobierno de transición tome el poder y convoque a nuevas elecciones, porque esa nación centroamericana no se merece un régimen asesino que tiene. Hasta el año 2022 es el periodo en que terminaría Ortega de su mandato, pero se antoja muy lejano ante la ignominia desatada por su gobierno contra el pueblo.