martes, 17 de julio de 2018

Homenaje a Alí Chumacero I

                Alí Chumacero, escritor y poeta nayarita, 1918-2018 centenario de su natalicio.

Por: Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

(Primera de dos partes)

In memoriam: Por el centenario de su natalicio

Conocí personalmente al poeta Alí Chumacero, en tiempo, por allá del mes de febrero de 1995, en su oficina en el edifico de la administración del Fondo de Cultura Económica de la Ciudad de México. Fuí a ver a Alí, porque  me interesaba saber si él tenía un texto (libro) de Guillermo Jiménez, titulado: "La Ventana abierta", que hasta la fecha no poseo, y que era parte la compilación de libros y datos sobre la vida y obra del escritor zapotlense.  Durante ese mes de febrero de aquel año la pase residiendo en aquella capital y entrevistándome con escritores e investigadores literarios para recopilar datos o documentos sobre nuestro escritor y diplomático. 

     Recuerdo que antes de entrevistarme con Chumacero, ya había hablado con el escritor oaxaqueño Andrés Henestrosa en un desayuno que le invité en el legendario Sanborns de los azulejos que está cerca del Bellas Artes. Al no tener este personaje el libro que buscaba fui a visitar a Alí para ver si él si lo poseía. Aquel día a media mañana que fui a buscarlo, ya lo había acordado previamente con él de forma telefónica me diera una entrevista. No recuerdo quién me proporcionó su número de teléfono de su residencia (quizás Emmanuel Carballo o José Luis Martínez) lo cierto es que llegué aquel edificio obra del arquitecto Teodoro González de León. Vale recordar que justo en ese lugar de la Ciudad de México se encuentra la síntesis de la mejor y más moderna arquitectura del México contemporáneo con tres edificios emblemáticos: El del Colegio de México, El Fondo de Cultura Económica y la Universidad Pedagógica Nacional sede Ajusco. 

     Lo cierto es que subí a la oficina del poeta nayarita por un moderno elevador a su oficina. Y ya estando con él, recuerdo que le comenté de mi trabajo sobre Jiménez y mi búsqueda del libro perdido. También le dije de un libro recopilado por Jiménez y el escritor José D. Frías sobre poetas modernistas, titulado: "Antología de Jóvenes poetas modernistas". Y fue que me contó la anécdota sobre que José D. Frías, por cierto pariente del escritor Heriberto Frías autor de la novela "Tomóchic", había sido llevado a una cárcel por la policía por una falta menor, y como se puso un poco necio con los guardias éstos lo mataron a patadas dentro de la celda. Recuerdo está y otras relaciones que me narró sobre escritores de una forma significativa como todo un experto.  

     Se veía que Chumacero era un conocedor nato de la literatura mexicana, porque sabía vida y milagro de sus personajes. Estando el que esto escribe ahí en su escritorio, tenía un copa de vidrio con dulces. Entonces primero tomé uno, luego ya que pasó un momento volví a sustraer uno más de eso dulces. Al ver Alí Chumacero mi aparente voracidad por los dulces, puso su vista muy marcada en la toma de mi repetitiva toma de sus dulces. No me dijo nada con palabras, pero sí con su actitud de detrás de esos característicos lentes que usaba.

    Le seguí llamando a Alí a su casa, casi siempre le hacía las llamadas desde el hotel donde me hospedaba. Siempre fue un hombre muy cortés conmigo, hombre educado, serio, lo que si tenía una apariencia muy viril, su hombría era muy bien proyectada. En una ocasión que le hablé por la mañana me contestó que se iría al baño de vapor porque lo acostumbraba a diario. La última vez que lo ví y lo salude, algunos años posteriores a mi primer encuentro, fue en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, como siempre fue cortés su saludo se le veía animado. Le recordé mi visita a su oficina, pero poco la recordaba. (continuará)
    
     

 

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