lunes, 26 de febrero de 2018

¿En Zapotlán hay eso que se denomina intelectuales?


 Parte superior: Octavio Espinoza "el Pato"; abajo, de izquierda a derecha: Vicente Preciado y Roberto García Correa según el cantautor "verdaderos intelectuales de Zapotlán".


(primera de dos partes) 

Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

Hace como veinte años alguien que no recuerdo quién, me espectó la siguiente pregunta: “¿Aquí en Ciudad Guzmán hay intelectuales o pseudointelectuales?”  Al principio me pareció una pregunta absurda o simplemente ociosa. De principio no supe que contestarle al individuo, pero ya analizando un poco más la interrogante que me hacía me pareció interesante para reflexionarla, y digna de darle una respuesta a pesar de pareciera ser un tema de por si bizantino.

     Por esos mismos años, que me hicieran la anterior pregunta, realicé una entrevista en casa del conocido cantautor zapotlense Octavio Espinoza Arreola, mejor conocido como “El pato”, en ella me decía: “Que para él intelectual es aquella persona que se dedica a ejercer la gimnasia del pensamiento”.  También me aseveraba que los únicos intelectuales que él conocía en la ciudad eran Roberto García Correa (profesor, actualmente ya fallecido) y don Vicente Preciado Zacarías (conocido profesor y escritor de la población). Desde luego fue su particular opinión, pero creo que no podemos contestar a la pregunta satisfactoriamente sin antes plantearnos el qué se entiende por intelectual, para de ahí dar respuesta de que si los hay o no aquí en la ciudad.

     Para tener un adecuado planteamiento al significado podemos basarnos en el diccionario y partir del mismo o buscar otro camino que sea de forma lógica o racional que nos de la respuesta y entonces si resolver el problema. Por intelectual desde mi particular opinión se entiende aquella persona que ejerce de manera constante y definitiva su inteligencia o razón como medio de trabajo. Por inferencia podemos decir, que un intelectual puede ser un profesor universitario, un investigador científico, un analista político, un escritor, por decir solo algunos. Existen en nuestra ciudad personas que tienen este perfil y trabajos o actividades que encajan con lo que acabo de opinar,  y que denominamos como intelectual. Pero a pesar de ello aún no cubre cabalmente con este perfil. ¿Por qué?...El intelectual verdadero es aquel que vive ejerciendo su capacidad racional y se vale de ella para subsistir (su trabajo es mental y muy poco físico o manual)

     Casi siempre esta clase de personas tienen un rol definido de actividades, todas ellas relacionadas: Leen, escriben, reflexionan, meditan y trabajan en una actividad que ejerza sus facultades mentales. Tienen ciertas posturas ante la sociedad y la vida. Son generalmente de la izquierda política, no gustan de eventos masivos, son contrarios muchos de ellos al fútbol, toman una postura escéptica ante muchas cosas de la vida, como son la religión y son ateos o agnósticos, rechazan las masas populares, además que poseen una forma peculiar de vestir, pueden ser muy formales, eso los diferencia del común de las gentes.
           Para A. D. Sertillanges el intelectual es un consagrado a su actividad.

     Todo lo anterior, nos da una idea más clara y concisa del ser y del sentir de un intelectual. La opinión del filósofo francés A. D. Sertillanges al respecto, nos dice que el intelectual es un consagrado, porque hace de su vida y su actividad una constante en la búsqueda del conocimiento y de la verdad. Para él intelectual es aquella persona que de manera habitual dedica de su día a día dos horas como mínimo en la actividad de la lectura, del estudio y que lo lleva a tener constancia en su labor. 

Continúa la siguiente parte en: 

https://hectoralfonsorodriguezaguilar.blogspot.com/2018/03/en-zapotlan-hay-eso-que-se-denomina.html?m=1
       

martes, 13 de febrero de 2018

Tomás de Aquino: El Santo, el Maestro




Por: Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

Tomás de Aquino: El santo, el maestro; es una actual biografía sobre la vida del “doctor angélico”, como lo ha venido nombrando la iglesia al ilustre fraile dominico italiano. Breve e intensa, podrían ser los calificativos que le diéramos a la presente obra. Escrita por dos de los principales conocedores de la vida del “buey mundo” como se le conoció en su circulo religioso al escritor de la Suma Teológica.
     La pluma de Abelardo Lobato, fraile dominico español que presidía la Academia Pontificia de Santo Tomás, a la vez la Sociedad Internacional Tomás de Aquino; nos da una muestra de rigor y actualidad en la visión de tan insigne filósofo del medievo. Así mismo, la buena semblanza que hace el padre Santiago Ramírez, termina redondeando la figura de virtud y excelsitud del fraile de Roccasecca.
     Este libro muy importante, porque viene a ser una precisa y preciosa introducción al estudio de la figura del gran filósofo y teólogo Tomás de Aquino. Donde nos presenta a Santo Tomás no solo al sabio o al maestro de su congregación religiosa, sino al hombre que vivió las virtudes y por tanto hizo suya la santidad de vida. 
     Así como la antigüedad nos dio un gran sabio como lo fue Aristóteles, el más grande del mundo antiguo; y a Leonardo da Vinci como el genio o sabio más representativo del Renacimiento; y a René Descartes como el prototipo del pensamiento racional moderno; o incluso a Albert Einstein, el genio la teoría de la relatividad en la época contemporánea; tenemos a Tomás de Aquino como el más grande y tenaz sabio de la edad media. En este ilustre fraile italiano conviven dentro de sí el Filósofo (reinterprete de la filosofía aristotélica) y al Teólogo (el gran sistematizador del conocimiento religioso –teológico- de su tiempo).
Es pues una suerte, que el lector pueda adquirir este libro en una buena librería católica y poder contar con este indispensable material de estudio que lo acercan a una figura señera de una manera ágil y cortés. Sea pues esta obra biográfica un pretexto para acércanos a las obras de nuestro insigne maestro el doctor angélico Santo Tomás de Aquino.

domingo, 4 de febrero de 2018

Palabras de bienvenida y justificación del I Simposio Teológico


Por: Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar


En primer término, queremos agradecer los organizadores y ponentes a Jesucristo, porque nos haya permitido  iniciar esta jornada de trabajo reflexivo teológico de Cristología, que buscamos sea para bien de todos, y que nos ayude conocer más sobre su persona y misión.  

     La Comisión de Pastoral de la Cultura de la Diócesis de Ciudad Guzmán, les da la más cordial de las  bienvenidas a todos a este primer simposio teológico, “Del Cristo de la fe al Jesús histórico. Cristología de nuestro tiempo”. A nombre del titular de esta comisión diocesana Presbítero Dr. José Sánchez Sánchez, les comunicamos que durante cuatro días, ponentes de nuestra diócesis y conocedores del tema, expondrán a ustedes tópicos de actualidad sobre la presente materia teológica, desde una perspectiva de nuestra realidad.


    Para poder amar a alguien lo tenemos que conocer, porque se ha dicho, que no se ama lo que no se conoce. Es por ello que esta es la oportunidad para reflexionar sobre la figura de Cristo, desde aspectos de la fe (dogmáticos), pero también desde lo más humano de su figura, dado que él encarnó en la historia con sus dos naturalezas (humana y divina) para venir a cumplir la misión que su Padre le había encomendado como redentor y salvador en la instauración del Reino de Dios entre nosotros.

   Los comentarios y las reflexiones que durante estos cuatro días, los 5 ponentes de este simposio, serán de lo más actual por su temática y su contenido, buscando con ello en nosotros sembrar una semilla de interés para continuar conociendo y reflexionando sobre el mismo.  

   Es importante decirles que esta iniciativa y actividad pastoral ha nacido como un resultado de empezar a trabajar la comisión de pastoral de la cultura en nuestra iglesia local, y en particular en esta primera vicaría de una forma más organizada y programada. Hemos querido que sea lo que hoy nos convoca el “banderazo de salida”, de nuestra actividad ante la comunidad de nuestra ciudad.

   La pastoral de la cultura no sólo se preocupa o se ocupa de los creyentes o católicos practicantes, sino también de aquellos que se han alejado de la fe por una u otra razón, e incluso por aquellos que no son de nuestra fe, pero que coinciden con nuestra convicción de vivir los valores humanos de la solidaridad, de la paz y de la justicia, y de defensa de la vida en todas sus formas. Es pues necesario el dialogo útil y franco que nos exhorte a mejorar nuestro entorno social. Por ello, asumimos esta particular forma de trabajo pastoral de nuestra iglesia.


  Queremos agradecer la asistencia de todos, y así como la de nuestras autoridades eclesiales, como son el Padre Alfonso Moreno Frías que nos facilitó el préstamo de este recinto catedralicio, así como de todas aquellas personas que nos brindaron  de una u otra manera su apoyo desinteresado para poder llevar a efecto este simposio. Sin dejar de mencionar el trabajo de reflexión y preparación de cada uno de los ponentes, y de todos ustedes que están aquí presentes. Juntos como comunidad de fe, en todos estos días, podremos descubrir aspectos siempre nuevos de la figura de Jesús. Muchas gracias. Que Dios los bendiga.