martes, 8 de diciembre de 2015

El estudio, dos posiciones filosóficas y su síntesis






Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

El tema del estudio es en sí mismo de mucha importancia, dado que esta disciplina nos lleva a prepararnos ante la vida; es una acción intrínseca de la educación. Nos educamos para hacerle frente a los problemas cotidianos de nuestra vida y del mundo que nos rodea. 

     El estudio, como disciplina, en la mayoría de las ocasiones perdemos su razón profunda de su ser, solamente lo instrumentalizamos para un fin práctico, para que nos prepare en una carrera o disciplina profesional, mas no tenemos la visión de lo que implica el estudio que no sea de una forma burocrática, y que vaya más allá del título universitario para ejercer la profesión o solamente lo pragmático.

     Si bien es cierto, históricamente dentro de la filosofía, se dio un vuelco al hecho de pensar y de llevar la disciplina del estudio y el conocimiento y sus formas interpretativas que hacemos de todas las cosas que nos suceden en el mundo en que vivimos a un nuevo paradigma. Y ese nuevo hecho lo dio en aquella famosa tesis número 11, conocida como tesis de Feuerbach escritas por Carlos Marx, y que predica de forma radical la crítica a la especulación que en muchas ocasiones se da  y se daba en los estudios. La tesis dice así: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero lo que se trata es de transformarlo”.

     Es por ello que cualquier idea o discurso debe tener sus bases en la realidad, en aquello que es posible, no meras especulaciones que estén alejadas de esa misma realidad, y que por lo tanto, no deja de ser lo que son mero ilusionismo, digamos en términos filosóficos son únicamente falacias.  

     El dominico francés Antoine D.G. Sertillanges famoso autor de la obra: La vida intelectual, en ella él, trata de una manera magistral el tema del estudio. Y dicha obra nos dice que, el estudio es un medio de ascesis (sacrificio) por la dedicación y esfuerzo mental que se requiere para adquirir el conocimiento. Sertillanges también habla, que el requerimiento mínimo para llevar una vida de estudio o dedicada a ella, es decir, que podamos tener una vida intelectual significativa es estudiar diariamente 2 horas, para entonces convertirse en un intelectual. Sabemos que  el único objeto del estudio es la atención (concentración) que conlleva la disciplina.  Pero también, nos dice algo que es significativo y fundamental en la tarea del estudio diario y programado: El intelectual es un consagrado. 

     Parecería que lo que nos dice Sertillanges es lo antípoda de lo que proclama Marx, si bien en cierto las dos posiciones son antagónicas por el hecho que una es idealista o de la filosofía metafísica, y la otra posición es materialista que niega aquella parte interna de la conciencia que llamamos alma, pero que al fin de cuentas, las dos posiciones que nos hablan de la importancia del estudio y sus implicaciones. Y que sintetizando podemos decir, que en ambas se entrevé, que el estudio es un medio y una forma disciplinada que nos lleva a obtener conocimiento, y este mismo, debe de transformarnos a nosotros mismos, pero también a la sociedad en la que vivimos.

1 comentario:

  1. EXCELENTES TODOS LOS TEMAS REALIZADOS POR HECTOR ALFONSO RODRÌGUEZ AGUILAR. GRACIAS

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