lunes, 13 de julio de 2015

Cero y van dos con la fuga de "El Chapo"



Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

Está de Ripley (Aunque usted no lo crea) que Joaquín Guzmán Loera “El Chapo Guzmán”, el más importante narcotraficante de México y uno de los criminales más buscados a nivel internacional durante los últimos años, y siendo de los delincuentes más astutos, se haya escapado por segunda ocasión de una cárcel de máxima seguridad.

El pasado domingo me desperté con la noticia por la radio de la fuga del penal de máxima seguridad que tiene México –el Cereso del altiplano o conocido como “La Palma”-donde estaba recluido “El Chapo” desde el año pasado-, cuando fue recapturado, fue una de las noticias más sonadas, hecho realizado durante la presente administración federal, después de 13 años en una incesante búsqueda. Hoy este hecho del escape en el penal por parte de Guzmán Loera, significa un revés más para Peña Nieto, que en lo que va de su administración como decimos en mi pueblo: "No da una". 

Guzmán Loera había sido aprendido por primera vez en 1993, y posteriormente se dio a la fuga del penal de alta seguridad de Puente Grande, Jalisco, durante el periodo de gobierno de Vicente Fox en enero de 2001. Ahora que tuvimos la noticia de su nueva escapatoria, la opinión pública nacional tiene sus sospechas o dudas acerca de este acontecimiento.

Para que este importante narcotraficante pudiera “esfumarse” de la cárcel, es probable el que haya sobornado al personal del cereso con algunos miles de millones de pesos, para que ellos se hicieran de la "vista gorda". 

Sabemos de la alta impunidad en la impartición de justicia que se tiene en México. La justicia en el país no es muy formal. En mis estudios académicos sobre filosofía que realicé en la Universidad de Guanajuato, recuerdo la frase de uno de mis profesores con respecto a la impunidad que priva en la nación. Así decía mi maestro: “En México no se castiga el delito, se castiga la pobreza”.

La alta corrupción en que se encuentran sumidos importantes sectores del gobierno, es por todos conocida, dado que la corrupción en nuestro país se ha vuelta ya una cultura. Este mal social ha crecido, patentizado por las conexiones que se dan entre criminales y  autoridades. Para  terminar esta cultura de la impunidad y de la corrupción, es necesaria una gran transformación de la conciencia de los ciudadanos en los estilos de educar, de convivir y de gobernar, es indispensable esto para salir de la descomposición social en la que estamos hundidos. 

Podemos decir ahora, que con esta reciente fuga por parte de El Chapo Guzmán, este ha entrado ya a la historia criminal de nuestro país, como el primero que se ha podido fugar de dos importantes cárceles de alta "seguridad". Cosa que ya lo pueden registrar en el libro de los Records Guinness, como el único que ha podido escapar dos veces delante de las narices de sus custodios.




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