miércoles, 17 de julio de 2019

A un año de las elecciones presidenciales que dieron el triunfo a López Obrador



Así celebrabá el triunfo en la elecciones el 1° de Julio 2018

Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

Apenas el pasado 1° de Julio 2019 se cumplió un año desde las pasadas elecciones presidenciales (federales) del 1° de Julio 2018, fecha en las que arrasó el candidato Andrés Manuel López Obrador del partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Para ello se convocó un año después a una reunión masiva en el Zócalo de la Ciudad de México donde informó sobre los avances de las promesas contraídas en campaña.

    La noche de aquel domingo 1° de Julio del 2018, parecía imposible, pero era una realidad, se había logrado que la izquierda política mexicana triunfara en las elecciones democráticas. Por primera vez en la historia reciente de México un partido de izquierda había ganado la mayor posición política que un partido puede lograr, que es la presidencia de la república.

        Un año después del tiunfo de las elecciones, 
Amlo informa el avance de su gobierno 

    Para que eso fuera posible el candidato Andrés Manuel López Obrador, había hecho un largo recorrido como campaña política, desde el año 2005 hasta 2018. 13 años más o menos había desplegado en acción y recorrido por toda la nación: estados, ciudades y pueblos para lograr su objetivo de una forma terca y constante.

    El hecho de que hubiera llegado al triunfo, además de su constante crítica al sistema neoliberal prevaleciente desde 1982, fue el que el sistema político mexicano se había corrompido hasta sus cimientos. Los partidos políticos como el PAN, el PRI y el PRD que son los institutos políticos más grandes, habían caído en una ideología política neoliberal, misma que arrastró a México a una desigualdad nunca antes vista: Pobres cada día más pobres a costa de Ricos cada vez más ricos.

     Eso junto el hecho que el PRI se había convertido en un partido que había abandonado su ideología revolucionaria por un pragmatismo neoliberal, que ya arrastraba una larga cola de antidemocracia, corrupción, políticas erráticas y un abandono a sus bases sociales. Por su parte el PAN tuvo su oportunidad de manifestarse como poder cuando ganó las elecciones del año 2000 con Vicente Fox que no supo gobernar ni negociar ante un PRI que desde el parlamento (Cámaras de diputados y senadores) le bloqueo todo. Luego un Felipe Calderón que además de haber ganado en fraude, se enfrascó en una guerra absurda contra el narco, que lo único que trajo fueron miles de muertos y avivar la violencia.

    Después regresó el PRI con Peña Nieto, que se convirtió en el presidente más impopular manejado desde instancias privadas como Televisa y los empresarios. Ha sido el peor presidente que hemos tenido en los últimos años. Con él se exacerbó la violencia, hubo miles de muertos, desaparecidos y gobernó al más puro estilo neoliberal, dejando cada día más caer la industria nacional como PEMEX, Comisión Federal de Electricidad y seguir con el entreguismo de las riquezas nacionales a la industria extranjera como las minas y otras muchas.

    Realmente desde que el sistema económico capitalista y neoliberal puso sus ojos en México, inició el saqueo con la creciente corrupción, la venta de la industria nacional a manos extranjeras y a la iniciativa privada, como el caso de TELMEX. Luego la corrupción en el gobierno degeneró en el desarrollo del narcotráfico, y toda una serie de males que hoy aquejan al país, como el abandono a amplios sectores sociales, como los obreros, indígenas y campesinos, y otros marginales.  



         Hace poco más de un año, así informaba la prensa el triunfo lopezobradorista

    A un año del triunfo de López Obrador, este se dio por las condiciones imperantes en el país que ya eran de por sí insostenibles, la gente salió a votar aquel domingo, y ganó el candidato con el 53.8 % de los votantes, es decir, 30 millones de electores, poco más de uno (1.2) por cada 2 electores que sufragaron su voto fue por el cambió que Amlo proponía.  
    

1 comentario:

  1. Coincido contigo, definitivamente; el cambio se dio porque las condiciones imperantes en el país estaban de la patada, vivíamos una situación límite, era como haber llegado al borde de un precipicio, y -de todas las propuestas- la que sonaba menos "pior", era la de Andrés Manuel. Me parece que la cúpula de poder realmente no esperaba un garrotazo de estas dimensiones, y empezaron a hacer cosas muy extrañas: la estructura empezó a desmoronarse antes de que el nuevo gobierno asumiera el mando. Políticos perpetuados por los siglos de los siglos en el poder, se miraban desconcertados; aterrizaron a la realidad como el albatros, que vuela ¡bien bonito!, pero ya para aterrizar, es una vergüenza.
    Yo no voté por Andrés Manuel, para qué decir lo contrario.
    No me pareció nunca la persona idónea para gobernar al país. En sus 18 años de campaña, las veces que vino a Huauchinango salió muy mal parado gracias a los incompetentes de sus hijos, que no se comportaron nunca de manera coherente con el discurso del papá, y que bastante daño le han echo con ello.
    Yo, no es que haya querido "pan con lo mismo", pero si me hubiera gustado tener un presidente que supiera cuán grande es México, en riquezas y en necesidades. Un hombre íntegro que defendiera y respetase sus ideales. No una veleta que proclame con orgullo "donde el pueblo se arrodille, ahí yo me hinco". Esa declaración me parece propia de un muchachito de 20 años, no de un señor padre de varios hijos, ex catedrático etc.
    Lo veo equivocarse una y otra vez, engañado por su propio equipo de trabajo, confundiendo información y "defendiéndose" como cualquiera al que le señale uno la luna, y se quede mirando el dedo.
    Sin embargo, soy madre; y dos de mis hijos están recibiendo el beneficio implementado por sus becas a diestra y siniestra: tengo una jovencita cursando el bachillerato y un jovencito en la ingeniería en informática. ¡Qué grandes contrastes!
    Entonces recuerdo las sabias palabras de nuestro Párroco: "¡cuidado! ¿ya les he contado ese cuento de las ranas que vivían en un charco, cuyo rey era un trozo de madera...?"
    Pues sí, ¡sí que nos lo ha contado!
    Y entonces recuerdo que tengo 5 dedos en cada mano, y que cada día al rezar el Santo Rosario, con el pulgar, pedimos por la familia y los amigos; con el índice, por los doctores, maestros, catequistas ¡por todos aquellos dedicados a la enseñanza!. Con el dedo medio -el más alto de toda la mano- por las autoridades, religiosas y civiles. En el dedo anular, por los que sufren, por los desposeídos, por los enfermos y los lisiados. Y con el meñique, por nosotros mismos, para que el buen Dios nos de lucidez y claridad en el pensamiento para ser buenos padres para nuestros hijos, y buenos hijos para nuestro Padre.

    A un año del triunfo de López, la realidad se parece demasiado a sí misma, ciertamente. Pero se atisban rayos de sol de esperanza: por encima de nuestra falaz humanidad, está Dios, y la Santísima Virgen María repitiéndonos a cada paso "¿No estoy yo aquí que soy tu madre...?"

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