Jesús resucitado se les aparece a sus discípulos el primer día de la semana
Por
Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar
La Iglesia durante este
tiempo litúrgico de la Pascua, conmemora y reflexiona lo que se hace llamar
como octava de Pascua, que son los ocho días posteriores al domingo de
resurrección. En toda esa semana del tiempo pascual, las lecturas del Evangelio se
centran en las narraciones de las apariciones de Jesús ya resucitado a las
mujeres, a sus discípulos y a sus apóstoles.
En el Evangelio de San Juan, capítulo 20,
nos habla de la aparición que hizo el primer día de la semana (domingo) el
mismo día de su resurrección a sus discípulos reunidos a puertas cerradas, estaban
así por el temor y la incertidumbre que les causaba el asesinato de su maestro
y el miedo a los judíos (Sacerdotes y maestros de la ley) y a los romanos, por
aquello de que ellos también podrían ser acusados de andar con Jesús y morir como él por ser parte de su causa.
Estando reunidos, cuando se les apareció El Maestro ahí les otorgó 5 regalos, pero estos obsequios se
hicieron extensivos a toda la asamblea de los y las seguidores de Jesús, es decir, a la Iglesia y a todos los
cristianos de todos los tiempos. Cristo en los últimos días de su vida física y paso por este
mundo se vio generoso en sobremanera. Recordemos que en su propia pasión en el
momento más crítico de su vida, todavía tuvo fuerza para darnos 2 regalos
fundamentales para toda la humanidad y los cristianos,
estos fueron: Habernos dado a María como madre nuestra, cuando le dijo al apóstol
san Juan: “Hijo he ahí a tu madre, Madre he ahí a tu hijo”. Pero también nos dio
su perdón, al sufrir a través de la ignominia de la cruz la muerte para la
redención de todos los hombres. Aquellas frases de: “Padre,
perdónalos porque no saben lo que hacen” y “Todo está consumado”, así lo confirma.
Los 5 regalos de Jesús ya como resucitado nos otorga y
que nos lo narra Juan como lo comentamos, son los siguientes: 1° Regalo: La
Paz: “Y apareciéndose en medio de ellos, les dijo: “La paz sea con ustedes”.
2do. Regalo: La Alegría: “Llenándose de gozo de alegría sus discípulos con la visita del Señor”. 3er. Regalo: Apostolado (envío): “Como mi Padre me envió, así los
envío también a ustedes”. 4to. Regalo: El Espíritu Santo: “Y sopló sobre ellos,
y les dijo: -reciban al Espíritu Santo. 5to. Regalo: Perdón de los pecados: “A
quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados…”
Estos obsequios que nos hace Cristo, ya
glorioso y resucitado, nos muestra su amor, misericordia y generosidad para
todo el género humano. Él como hombre y como Dios quiso dejarnos un gran
legado, mismo que en este tiempo especial para la Iglesia (La Pascua) lo debemos
de actualizar (reivindicar). Vivamos hoy y siempre el espíritu que guió al resucitado.
Hagamos vida su mensaje y lo otorgado, para que a través de nosotros su verdad
brille. Dejemos de lado todo signo de oscuridad o de muerte,
porque la Pascua es la fiesta de la vida, de la luz de un resucitado que nos invita a vivir en plenitud, porque él Vive
y quiso quedarse entre nosotros.